El sillón de don Otto
Le escribo porque “Chile Despertó” y, ella, se sumó a este movimiento social inédito desde la vuelta a la “democracia”.
Le escribo porque se me hace NECESARIO !. Nunca influí en su pensamiento social, político o religioso. Siempre intenté cumplir con mi rol de padre (lejano pero presente), respecto de valores y responsabilidades inherentes a ese rol.
Junto a su madre y sus 2 abuelas hicimos todo lo posible para que su futuro laboral fuera menos complejo que el nuestro y, ella, desde pequeña nos demostró su inteligencia, su capacidad y su resiliencia cuando las condiciones familiares y su entorno social se convertían en los enemigos de su felicidad.
Bueno, con mucha suerte para nosotros y con la claridad con que ella enfocó su vida, hoy es una profesional exitosa, una tremenda hija, una hermosa nieta, una gran amiga, una buena esposa y -sobre todo- una maravillosa persona !.
Lo es, porque aunque vive en un condominio, en una casa de más de 100 metros cuadrados, maneja una suv 2018, recibe una remuneración considerada “alta” para los estándares de este país… Se sumó con el alma a las manifestaciones ciudadanas que exigen cambios profundos en Chile… Y lo hace, más que por ella, por su abuela, sus padres, sus hermanos y, por ende a la mayoría de los chilenos y chilenas que luchan en las calles.
Luchan en las calles !… Hija, la lucha es absolutamente justa, los felicito, pero llegó la hora de atreverme a darle un consejo y, a través suyo, a todos y todas los que marchan: HIJA… NO LES CREAN A LOS POLÍTICOS… NO LES CREAN !!!.
En 1973 se instaló una feroz dictadura en Chile, “pedida” por una supuesta mayoría ciudadana y avalada por un acuerdo del Congreso Pleno que calificó de “inconstitucional” el gobierno elegido democráticamente. Esa supuesta mayoría celebró el golpe de estado, mientras la verdadera mayoría observaba con miedo lo que sucedía.
Decirle que, durante los 9 primeros años, el régimen se dedicó a instalar “a sangre y fuego” este sistema económico-social que nos gobierna hasta hoy. Nosotros nos demoramos 9 años en salir a las calles… De a poco, con mucho miedo al principio… Pero la lucha era tan desigual, que eso mismo hizo que la gente -común y corriente- comenzara a perder el miedo. Un miedo justificado, hija… Usted ha visto en estos días de lo que son capaces de hacer las fuerzas represivas… Imagínese en esos años, con medios de comunicación cómplices, sin celulares y sin redes sociales… Fueron atrocidades, Hija.
Hija, fue la gente en las calles la que terminó con la dictadura. Fueron 8 años de lucha de estudiantes, trabajadores, artistas, pobladores, etc… Hasta que -por ahí por 1987- se anuncia que pueden empezar a volver los chilenos y chilenas exiliados. Me refiero a esto en particular, porque volvieron los actores políticos responsables de lo ocurrido en 1973. Volvieron con mucha nostalgia, mucho dolor, muchos títulos, muchos apoyos… Pero vivos y sin ninguna marca de tortura en sus cuerpos… Volvieron y les dimos la bienvenida emocionados(?).
Bueno, comenzaron a aparecer por los casinos de las universidades, en algunas esquinas cuando habían protestas… Pero también comenzaron a “concertarse” (que buena palabra eligieron para autodenominarse) para ganar el plebiscito de 1988, votando “no” y, luego, “CONDUCIR”(?) EL PROCESO DE TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA.
Hija, fuimos muchos quienes no estuvimos de acuerdo con cambiar las calles por las urnas; con cambiar el movimiento social por partidos políticos; con cambiar la fuerza de la gente por discursos; con cambiar -en definitiva- la revolución por “negociación”.
Sin embargo, en nombre de recuperar la democracia y, dada la magnitud del daño sufrido por tantos y tantas: CREÍMOS… Hija. Creímos !.
Ustedes, por favor, no vuelvan a creer. Pasaron 30 años para que esto volviera a ocurrir. Y fueron 30 porque nosotros nos dedicamos a mirar lo que habíamos permitido que pasara, colapsados tratando de vivir y criarlos a ustedes… Ciegos y AVERGONZADOS del Chile que tenemos.
Tenían que ser ustedes… Ustedes, conscientes, valientes y comprometidos con los suyos quienes llegaran a “limpiar la mierda” que nosotros esparcimos.
Ahora… Ahora, todos de acuerdo con “escuchar a la gente”; la “agenda social”; la “desigualdad”; el “abuso”; etc., etc., etc… Cambios a la constitución, cabildos, consultas son SÓLO DISTRACTORES CÓMPLICES (IGUAL QUE EL PLEBISCITO DEL 88) de un nuevo plan “gatopardista” para los próximos no 30… sino 50 años.
Hija Mía, desde la irresponsabilidad emocional, la vergüenza generacional, pero con la total convicción moral le pido: ¡¡¡NO LES CREA !!!.