El Gobernador del Reino de Chile, Capitán General José
Antonio Manso de Velasco, fundó en la V Región la ciudad de
San Felipe el 3 de agosto de 1740, bautizando la villa con el
nombre de «San Felipe El Real», en honor al Rey Felipe V de
España.
El acta de la fundación de la ciudad se firmó en el Convento
Franciscano de Curimón, construido entre 1713 y 1727, al más
puro estilo colonial. Posteriormente, en 1972, este Convento
fue declarado Monumento Nacional.
Cabe señalar que, durante el gobierno de Velasco se fundaron
varias ciudades para la Corona española. En el caso de San
Felipe, los terrenos fueron cedidos por el Maestre de Campo,
Andrés de Toro Hidalgo, los que cumplían plenamente con las
exigencias de las leyes de Indias.
San Felipe obedecía a la necesidad de agrupar a la población
dispersa en el Valle de Aconcagua, como las villas de
Curimón, Santa Rosa, Aconcagua, Putaendo y Llay-Llay, con el
fin de enseñar la doctrina cristiana a los jóvenes.
Al momento de su fundación se dejó establecida la
construcción de una Iglesia Parroquial y se definieron los
cargos públicos por designar: un Alcalde Ordinario, cuatro
Regidores, un Alguacil, un Escribano de Consejo y Público y
un Mayordomo.
El sitio se componía de 49 cuadras de tierra, situadas a un
costado del río Aconcagua y se estableció que tanto las aguas
del río, como las vegas, eran declaradas bienes comunes para
quienes quisieran avecindarse en la ciudad.
Es bueno recordar que, la ciudad de San Felipe, fue una
espectadora del ir y venir de los patriotas preocupados por
la causa de independencia, además de cuna de alguno de ellos.
Por aquí pasaron con destino a Mendoza luego del Desastre de
Rancagua, ocurrido en octubre de 1814 y también cuando
regresaron formando parte del Ejército Libertador y
obtuvieron el triunfo en la Batalla de Chacabuco en febrero
de 1817.
Esta constante actitud adoptada por los vecinos de San
Felipe, las vidas entregadas por sus hijos, hizo que el
Gobierno de Chile, bajo el mando del Director Supremo general
Bernardo O’Higgins Riquelme, el día 19 de diciembre de 1818,
le otorgara el título de “Ciudad Siempre Heroica», como justo
reconocimiento.
La Iglesia Catedral de San Felipe, ubicada frente a la plaza
de armas, es el principal centro de reunión de la comunidad
católica sanfelipeña. Su construcción data de 1855, aunque
sus formas arquitectónicas reflejan influencias del arte
barroco, predominante en el siglo XVIII.
San Felipe es el recuerdo de la arquitectura colonial que se
mezcla con elementos de modernidad, propios de una ciudad
emergente que crece a pasos agigantados hacia la alta
modernidad.