SAN FELIPE. Ratificado como vicario en la parroquia Santa Ana de Longotoma, fue ratificado por la Diócesis de la zona el sacerdote Juan Carlos Orellana, condenado a cuatro años de presidio remitido en 2006 por el abuso sexual de una menor de 17 años.
El nombramiento estuvo a cargo del administrador apostólico de la diócesis de San Felipe, Jaime Ortiz de Lazcano, designado por el Papa para implementar cambios dentro del obispado.El diario informó que además de la condena penal, el sacerdote recibió un castigo canónico correspondiente a tres años de suspensión en el ejercicio público del ministerio sacerdotal. Ambas penas fueron cumplidas en 2010, y hasta ahora no tuvo ningún encargo pastoral específico.
En el mundo laico, la decisión fue mal vista. Su vocero en Santiago, Roberto Sánchez, comentó que «no se entiende» y que «no se sabe si hubo un proceso de por medio, o si realmente era inocente. No ha habido una aclaración de parte del administrador apostólico. O él no está informado, o no le hizo caso a esta sanción que había impuesto el obispo emérito (Cristián Contreras)».
Al respecto, el obispado de San Felipe señaló a La Tercera que «finalizados los procesos civiles y canónicos, además de tomar en cuenta la buena acogida de la comunidad de Longotoma, especíalmente del sector de Trapiche, el administrador apostólico, con el parecer favorable del consejo de gobierno de la diócesis, ha decidido nombrar nuevamente como vicario parroquial al padre Juan Carlos Orellana».
fuente upi