Nelson Venegas, exalcalde de una comuna olvidada, emergió como una figura que prometía ser la esperanza para el Valle de Aconcagua. Durante su tiempo como alcalde, Venegas se destacó por su capacidad para gestionar proyectos que transformaron a su comuna y la colocaron en el mapa. Su discurso fuerte y claro, no solo sobre los problemas locales, sino también sobre temas regionales como la creación de la Región de Aconcagua y la defensa de los recursos hídricos, lo convirtieron en una figura pública que muchos veían como un líder en ascenso.
Tras cumplir sus tres periodos como alcalde, Venegas dio el salto a la política nacional y fue elegido diputado. Inició su carrera legislativa con gran energía, participando en numerosos programas de radio y televisión, asumiendo la presidencia del Partido Socialista en su región y liderando la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados. Parecía que Venegas estaba destinado a ser una voz relevante en la política chilena.
Sin embargo, su carrera política comenzó a desvanecerse. La estrecha relación con asesores cuestionados y sus decisiones contradictorias con los principios de su partido comenzaron a hacer mella en su imagen. El episodio más polémico fue el de su examen positivo para sustancias psicotrópicas, que él atribuyó a un medicamento para adelgazar recetado por un médico cercano a su equipo. Este incidente le costó la presidencia de la Comisión de Ética y marcó el comienzo de su declive.
Hoy, el peso de Venegas dentro del Partido Socialista es prácticamente nulo. Su candidato a gobernador regional fue bajado por el partido, lo desautorizaron públicamente cuando cuestionó a Rodrigo Mundaca, y ya casi ni lo contactan desde el nivel central, según fuentes cercanas. Desde entonces, Nelson Venegas ha desaparecido casi por completo del escenario político. Es llamativo su silencio ante situaciones críticas, como las denuncias contra su excolega, el alcalde Juan Galdames, o las acusaciones de inoperancia y persecución hechas por el Comité LGBT Aconcagua.
Las organizaciones que antes lo apoyaban ahora lo critican por ser un «discurso sin mayor acción», alguien que promete mucho y cumple poco. Venegas, quien alguna vez fue visto como un líder en ascenso, ha terminado siendo percibido como un «jurel tipo salmón», un político que no ha estado a la altura de las expectativas que generó.
Por Juan Castro de la Barrera
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Toda la razón , este caballero es como un corcho de campaña , subió muy rápido y ahora viene en caída libre, su adicción a las drogas lo tienen muy complicado y con cuestionables actuaciones . Lo peor es que hay gente en la política chica como concejales y candidatos que lo siguen y tienen sus mismos problemas