Con la entrega de más de $ 6.732 millones, INDAP ha puesto en marcha un plan de ayuda dirigido a más de 46.800 pequeños agricultores a lo largo del país, para que puedan enfrentar de mejor manera la emergencia generada por la sequía y la pandemia del Covid-19. Los recursos han sido distribuidos a través del Fondo de Operación Anual (FOA) con que este servicio del agro apoya a los productores agrícolas que forman parte del Programa de Desarrollo Local (Prodesal), implementado en 258 comunas rurales del país por medio de convenios con 254 municipalidades, una universidad y tres agentes privados.
Al 31 de mayo pasado se han distribuido $ 3.800 millones, equivalentes al 57,5% del total de los recursos. En promedio, cada productor recibirá un aporte de $115.000 que serán destinados a la adquisición de productos e insumos como alimento para ganado y abejas, fertilizantes, compost y sustratos. También se considera la compra de implementos de riego (cintas, polietileno), material para cercos, estanques acumuladores de agua y diverso tipo de herramientas. Equipos para la aplicación de agroquímicos, materia prima para la producción de artesanía e implementación para emprendimientos de turismo rural, son otros de los fines que tendrán estos recursos. Existen más de $ 1.035 millones comprometidos para una pronta entrega.
En consideración a la pandemia y a la crisis sanitaria que enfrentamos, la distribución de estos recursos se ha hecho preferentemente por medio de transferencias bancarias para evitar que los pequeños agricultores se expongan a eventuales contagios; en menor medida se han entregados cheques en las oficinas de INDAP, además de la compra directa de insumos y productos como alimento para ganado por parte de los profesionales del Prodesal.
Estos recursos están dirigidos a quienes INDAP ha definido como microproductores: pequeños agricultores asistidos por medio del Prodesal que principalmente producen para su autoconsumo, con un capital de trabajo e inversión limitado e integran sistemas económicos frágiles que limitan el potencial de sus unidades productivas. De acuerdo a esta caracterización, habitan y desarrollan su actividad en sectores con un difícil acceso a bienes y servicios sociales, aspecto que afecta directamente sus condiciones de vida.
Las regiones que mayor cantidad de recursos reciben son Maule ($1.188.525.000 para 10.147 usuarios), Ñuble ($817.000.000 para 7.000 pequeños agricultores), Biobío ($673.210.000 para 5.854 productores), O’Higgins ($666.540.000 para beneficiar a 5.906 personas) y Coquimbo ($527.735.000 que apoyará a 4.584 productores). Entre los rubros que recibirán este apoyo destacan pequeños ganaderos, apicultores, crianza de aves, hortaliceros y floricultores (en invernadero y al aire libre), huertas caseras, frutales menores, artesanía, turismo rural y alimentos procesados.
La ayuda entregada por INDAP busca otorgar liquidez a los pequeños productores para que puedan mantener su capacidad productiva, comercializando la producción excedente y complementando los ingresos económicos del hogar a partir de la agricultura y sus actividades conexas.