LONDRES (REINO UNIDO).- En uno de los actos más solemnes
hasta ahora tras la muerte de Isabel II, sus cuatro hijos,
encabezados por el nuevo rey Carlos III, velaron el féretro
de su madre en la capilla ardiente en el palacio de
Westminster. Mientras cientos de ciudadanos continuaban
pasando por ambos lados del catafalco fúnebre, Carlos III,
Ana, Andrés y Eduardo, inmóviles y en uniforme de gala,
custodiaron cerca de 15 minutos los cuatro costados del
ataúd.
Ante la relevancia de la ocasión, el
príncipe Andrés pudo vestir uniforme militar, pese a haber
sido apartado de las tareas oficiales de la familia real.
También lo podrá lucir el sábado el príncipe Enrique, nieto
de la reina, en un tributo similar. La princesa Ana participó
por primera vez en la conocida como «vigilia de los
príncipes», una tradición que se inició con la muerte en 1936
de Jorge V y que estaba hasta ahora vetada a las mujeres.