CATEMU: La inspectora de Patio del Ex Liceo Chagres, María Del Pilar Berríos Bulos, de la Ilustre Municipalidad de Catemu, ha debido soportar el cambio de funciones y de lugar de trabajo constante, y ser relegada a trabajos mínimos el día de hoy, en un pequeño cubículo detrás de un biombo en dependencias del Departamento de Educación, desde que se atrevió a denunciar en el año 2.017, inicialmente por acoso laboral y moral en contra de su ex jefe y ex director del DAEM, Félix Humberto Arévalo, y sólo atreverse en marzo del año 2019 a denunciar por acoso laboral y sexual además, en primera instancia ante la Contraloría General de la República, y luego en octubre de este año ante el Juzgado del Trabajo de San Felipe, denunciado además al alcalde como sujeto agresor.
La funcionaria, relata en su demanda, que fue víctima de acoso sexual durante los años 2014 y 2015, cuando se desempeñaba como inspectora de Patio en el Liceo Chagres, consistentes en que el Ex jefe Daem, Félix Arévalo, hacía comentarios en forma permanente a la inspectora respecto sus atributos físicos y manera de vestir, dándole besos cerca de la boca, abrazos prolongados que terminaban muchas veces en el forcejeo, en esa misma situación intentar tocarle las nalgas y senos, pasar por detrás de ella intentando generar roces. También este aprovechaba de llamarla constantemente a su oficina, hasta que en una oportunidad llegar a tocarle los pechos, acto que la trabajadora rechazó tajantemente.
Todo esto perpetrado durante años, inclusive por parte del alcalde, quien la acosaba a través de invitaciones a salir, dándole agarrones por debajo del vestido en cada acto en que participaban, y el mismo modus del sujeto agresor, con besos cerca de la boca, quién además tendría una amistad íntima al JEFE DAEM. Actos impropios respecto a los que la funcionaria se negaba, pero que callaba por temor a la autoridad del alcalde.
Sin embargo, al seguir rechazando los requerimientos de ambos, comenzó un sin número de represalias, a través de cambios de funciones y de lugar de trabajo, hasta el inicio de licencias médicas por depresión severa mayor en el año 2016.
La asistente de la educación ha debido estar con licencias médicas durante 3 años de duración, con permanentes ideas suicidas, crisis de pánico hasta el extremo de tener que ser llevaba en ambulancia desde su lugar de trabajo, por las graves consecuencias morales por el acoso perpetrado, y la falta de una investigación dentro del Municipio, pues además su pareja es Jefe Control del mismo Municipio, razón también por la que ocultó durante tantos años el acoso y abuso sexual vivido.
La abogada Paulina Silva Jeria quien sustancia la causa en tribunales detalló en exclusiva a Preludio Radio
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